La luna iluminaba el callejón de siempre a una cuadra de la Posada donde se reunirian aquellos que se llamaban los hijos de la Luna. Leo se acerco dandose paso entre toda aquella multitud que se alejaban sin necesidad de que el los apartara mirandole con temor y respeto.
Subió al mas grande bote de basura y observó a todos sus sirvientes -Espero que hayan convocado esto por algo importante- dijo con aire de superioridad y los demas solo se miraron entre si.
-J-Jefe...- uno de ellos alzo la mano y el rubio solo le miro con seriedad -Perdimos a 2...una sangre pura...los mato-
Leo se cruzo de brazos "Asi que el pez ya mordió el anzuelo".
De antemano suponía que los 2 que envió a vigilarla moririan por su mano, pero todo era parte del plan.