Conociendo la Ciudad

El cantinero miro a la chica y después observó a Leo con su vista baja y aparentemente sonriendo. El chico levanto la vista y saco un poco la lengua para saborear el poco alcohol que le quedaba en los labios y se dirigió a la chica mirandola a los ojos.
-¿Tan segura estas?- se acomodo mejor en la silla -Yo estoy aun mas alla que todos los simples hombres que has conocido-
Bajo un poco su vista cuando la chica se acerco a su oido -Debes saber querida, que yo soy un hombre de riesgos- abrió los ojos mirando hacia afuera unos segundos y después regresar su vista hacia la chica que ya se había separado.
"Diversión? je! interesante" pensó mientras le servian otra copa.
-Como te dije antes...no tengo nada mas interesante que hacer- sonrie de una manera divertida.

Tomo la copa y de un sorbo bebió todo el contenido dejando agitadamente la copa sobre la barra y saboreandose de nuevo.
-Seguro que si...- desvía su mirada hacia el reloj de la pared -Aun tengo algo de tiempo-
"El bar puede esperar....jajaja ya tengo algo mas entretenido al lado" Saca unas cuantas monedas y billetes y los deja en la barra saliendo del bar sin decir una palabra, algo tenia en mente.

Mira su mano sacando un poco los filos de las garras desapareciendoles en ese instante.
-Podria hacerlo...pero dejaria de ser divertido si lo hago ahora- Sonrió algo siniestro en contraste con su mirada. Viró en la esquina entrando ahora a una calle con casas antiguas alejandose poco a poco del mercado.
Varias personas se amosaron por las ventanas y las cerraron al ver a la chica con el rubio.
"Aun me recuerdan...- cerró sus ojos unos segundos -algun dia los hare olvidar ese 'accidente'"

Seguia caminando con las manos en las bolsas de su pantalón mientras oia el comentario acerca de la popularidad lo que le provoco una mueca de satisfacción.
-Hace años por estos lugares hubo un homicidio de una joven hermosa- se detuvo y viro de nuevo a otra calle.
-Segun dicen, ella era un vampiro y fue asesinada por un hombre lobo con quien ella frecuentaba- la sonrisa se volvió algo retorcida y sádica.
-Pero de que te preocupas? los hombres lobo no pasean a menudo por aqui-